Millones de consumidores están siendo excluidos de las decisiones políticas globales sobre tabaco y nicotina. Luchamos para asegurarnos de que nuestras voces sean escuchadas y que la reducción de daños siga siendo un elemento central de las estrategias de salud pública.
Mientras los legisladores y poderosos grupos de presión como Michael Bloomberg y la Organización Mundial de la Salud (OMS) presionan para que se implementen prohibiciones y restricciones, los más afectados —fumadores y vapeadores adultos— quedan excluidos del debate. Los continuos ataques a la reducción de daños, incluyendo las peticiones de prohibición de sabores, amenazan con revertir el progreso y negar a los adultos el acceso a alternativas más seguras.
Nuestra campaña destaca esto
Injusticia. Mediante acciones impactantes como nuestro espectáculo de luces y protesta silenciosa en la Conferencia Mundial para el Control del Tabaco, exigimos que los consumidores finalmente tengan un lugar en la mesa. Solo con una regulación basada en la evidencia y una verdadera inclusión podremos lograr un futuro sin humo.
Con la llegada de la COP11, el futuro de la reducción de daños está en juego, y no dejaremos de luchar hasta que se escuchen las voces de los consumidores y prevalezcan políticas sensatas que salven vidas.








