Gobiernos alrededor de todo el mundo, “filántropos” ricos, activistas equivocados y algunos otros están librando una guerra contra el enemigo equivocado. Durante décadas, la guerra contra la nicotina ha sido un ejercicio terriblemente ineficaz, porque el problema nunca fue la nicotina. Los llamados expertos, los medios de comunicación y los políticos encontraron un argumento sencillo y un chivo expiatorio para un problema increíblemente complejo. Con ello no lograron evitar la muerte de millones de personas en todo el mundo. Pero esta idea aún persiste en su pensamiento, en detrimento de 1.100 millones de personas.

Una séptima parte de la población mundial fuma. Una pequeña parte de ellos acabará dejándolo “de golpe”, sin ayuda. Para el resto, hay varias opciones. En la última década, el vapeo se ha convertido en la herramienta más eficaz para dejar de fumar. Conserva la “familiaridad” del ritual de fumar, pero sin el 95% de los daños del tabaco. Para muchos, ha sido un trampolín para pasar de un hábito muy poco saludable a una vida sin cigarrillos. Para algunas personas, es uno de los cambios más importantes de su vida.

Sin embargo, el vapeo ha sido objeto de ataques constantes y virulentos desde todos los frentes. A pesar de los millones de personas que no han conseguido dejar de fumar con los métodos tradicionales pero que sí lo han logrado con el vapeo, parece que los gobiernos, los políticos y algunos expertos en salud pública se han dejado engañar y han creído en una idea que no tiene ningún sentido: como hay nicotina en el vapeo, debe tratarse igual que los cigarrillos. Pero, espera, ¿hay nicotina en los chicles y parches de nicotina, y no se tratan como los cigarrillos? ¡Se celebra que existan y se utilicen! Se prescriben y se recomiendan como primer paso para dejar de fumar. Y, como han demostrado muchos estudios, son los métodos que tienen más probabilidades de fracasar.

Entonces, ¿por qué se considera que la nicotina del vaping es “diferente” a la de los chicles o parches? Queríamos acabar con algunos mitos al respecto, así que, junto con el Consumer Choice Center, hemos redactado un documento sobre los 6 principales mitos sobre la nicotina. Tenemos la esperanza de que esto ayude a poner fin a la guerra sin sentido contra la nicotina y contra el vapeo en general.

Analizamos las seis razones principales por las que la guerra contra la nicotina es inútil, no ha tenido ningún efecto de los pretendidos e ignora la ciencia.

El discurso contra el vapeo está plagado de dobles raseros sobre la nicotina. Si queremos ser coherentes con la nicotina, tenemos que tratar el vapeo con la misma apertura y estímulo que la terapia de sustitución de nicotina o los parches. Gracias a la innovación, el consumo de nicotina puede por fin desvincularse de los efectos peligrosos del tabaquismo y, por tanto, ayudar a millones de fumadores a mejorar su salud.