Para que los fumadores puedan dejar de fumar con éxito es necesario que tengan opciones disponibles y puedan elegir el método o la forma que mejor se adapta a ellos.
Como consumidores, a menudo subestimamos el gran poder que tenemos en nuestras manos. Nuestras decisiones de gasto cotidianas tienen un profundo efecto en la economía. La gente sabe lo que es mejor para sí misma, más que nadie.
Cuando Nokia, BlackBerry, Kodak y MySpace quebraron fue porque los consumidores decidieron que sus productos ya no eran lo suficientemente buenos, no por regulaciones o prohibiciones. La innovación y las opciones que esta ofrece cambian el mundo más que cualquier agencia gubernamental. Lamentablemente, este hecho suele pasarse por alto en los debates políticos sobre el abandono del tabaquismo.
Según la OMS, cada año más de 8 millones de personas mueren directa o indirectamente a causa del tabaco, que mata a casi la mitad de sus consumidores, lo cual es inaceptable. Sin embargo, la mayoría de las personas no puede dejar de fumar inmediatamente. Dejar de fumar es una de las cosas más difíciles de hacer; más de 9 de cada 10 fumadores no consiguen dejarlo sin ayuda.
Por lo tanto, permitir que las personas dispongan de una amplia variedad de ayudas para dejar de fumar es la forma más eficaz de vencer al tabaquismo. Los consumidores deben poder elegir lo que mejor se adapte a sus necesidades, ya que cada persona es única y, por tanto, aplicar una misma solución para todas ellas no es una medida eficaz.
Resulta que el vapeo es una de las herramientas más eficaces para dejar de fumar. Permite a los fumadores sustituir el hábito de fumar por otro mucho menos perjudicial. El vapeo es un 95 % menos nocivo que los cigarrillos tradicionales y, según un estudio de la Universidad Queen Mary, el vapeo es dos veces más eficaz para dejar de fumar que las terapias de sustitución de la nicotina.
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