Cuando el Centro de Elección del Consumidor se acercó a mí y me preguntó si estaba interesado en liderar una alianza de vapeadores, mi primera reacción fue: esto es muy personal.
¿Por qué anunciar públicamente que acababa de dejar un hábito que me estaba matando poco a poco? Pero cuando me enteré un poco del debate político en torno al vapeo, enseguida me di cuenta de que debía involucrarme.
El debate en torno al vapeo involucra a múltiples actores, algunos de los cuales tienen una comprensión grave tanto de la ciencia como de lo que significa ser un vapeador.
En los próximos años se tomarán decisiones importantes sobre el futuro del vapeo, tanto a nivel global, con la OMS considerando regular los cigarrillos electrónicos como el tabaco, como con la Directiva de Productos de Tabaco de la UE bajo revisión.
La WVA habla en nombre de los vapeadores, tanto presentes como futuros, de todo el mundo y luchará por su derecho a elegir la herramienta de escape más conocida hasta la fecha, el vapeo, para ayudarlos a liberarse de la adicción al tabaco.

Si no se escucha a los vapeadores en estos debates, se podría perder el vapeo y, con él, esta enorme oportunidad para la salud pública. Habrán visto en mi blog anterior el drástico impacto que el vapeo ha tenido en mi vida. No soy la única persona. El vapeo puede cambiar millones de vidas para mejor y merecemos algo mejor de nuestros legisladores y funcionarios de salud pública.
Ante la COVID-19, la desinformación sobre el vapeo inunda las redes. Se dice, erróneamente, que vapear es tan peligroso como fumar (aunque está demostrado que es más seguro) y que puede propagar el coronavirus (lo cual, una vez más, se ha demostrado que no es cierto).
Los pragmáticos como yo argumentan que ofrecer una salida a la adicción al tabaco es más importante que nunca, y que quienes han hecho el cambio no deben verse tentados a volver a fumar por la falta de acceso a productos de vapeo. De igual manera, quienes aún fuman no pueden ignorar fácilmente la creciente amenaza para la salud que representa la COVID-19. Necesitan la alternativa del vapeo más que nunca.
Ahí es donde entra la WVA. Habla en nombre de los vapeadores, tanto presentes como futuros, de todo el mundo y luchará por su derecho a elegir la herramienta de escape más conocida hasta la fecha, el vapeo, para ayudarlos a liberarse de la adicción al tabaco.