Washington DC estuvo repleto de esperanzados defensores, reguladores, funcionarios e inversores de la industria para discutir todo lo relacionado con la nicotina la semana pasada en el Foro Mundial sobre Tabaco y Nicotina (GTNF). 

El enfoque principal para muchos asistentes fue la presentación programada para Brian A. King, director del Centro de Productos de Tabaco de la FDA de EE. UU. La mayoría de los defensores presentes disfrutaron de la idea de poder plantearle a King algunas preguntas importantes que llevaban esperando respuestas desde que asumió el cargo en julio.

King comenzó mencionando que se toma muy en serio su trabajo cuando se trata de acabar con los daños y las muertes relacionados con el tabaco. Continuó diciendo que, como regulador, analizan el beneficio neto para la salud pública frente al riesgo. Sin embargo, no ofreció ninguna indicación sobre cómo protegerá a los jóvenes y adultos ni sobre los planes para un futuro para estos adultos que ya no pueden acceder a estos productos de los que se les niega la entrada y de los que dependen.

Al más puro estilo de la FDA, King habló sobre el uso entre los jóvenes y, por supuesto, no olvidó felicitarse a sí mismo y a la agencia por la rapidez con la que se procesaron estos 6,7 millones de solicitudes. King incluso llegó a presumir de la cantidad de denegaciones emitidas y de los 23 productos aprobados por la agencia. Nunca mencionó que la mayoría de estas aprobaciones corresponden a productos obsoletos, que ya no se fabrican y que rara vez son utilizados por adultos.  

Sorprendentemente, admitió que los cigarrillos electrónicos representan menos riesgos que los cigarrillos combustibles, pero parece no tener planes de corregir la información errónea que proviene de la FDA. 

Desafortunadamente para los defensores que esperaban pacientemente la sesión de preguntas y respuestas de la presentación de King, este se quedó sin tiempo y salió rápidamente del edificio. Para colmo de males, King concluyó su discurso diciendo que tenía que irse porque tenía una reunión con "uno de nuestros senadores favoritos". King se refería claramente a la reunión que tuvo con el senador Dick Durbin. Más tarde ese día. 

Siento que esta fue una oportunidad perdida para que King finalmente interactuara con los adultos y defensores que usan y dependen de estos productos. 

Supongo que los “reguladores de sillón”, como tan amablemente nos llamó en su presentación, tendrán que regresar a la única vía que nos queda para expresar nuestras opiniones sobre estos importantes temas para los que aún no tenemos respuestas.