Estamos en 2025 y, una vez más, África tiene una oportunidad única de impulsar la innovación y adoptar las lecciones del exitoso modelo sueco para dejar de fumar y combatir la epidemia. Suecia se convirtió recientemente en el primer país libre de humo de Europa, gracias a su enfoque progresista para animar a los fumadores a cambiar a alternativas menos dañinas, como las bolsitas de nicotina oral. 

En lugar de basarse únicamente en políticas prohibicionistas, Suecia ha adoptado la reducción de daños al permitir que estos productos estén legalmente disponibles, regulados y promocionados como opciones más seguras. Este enfoque pragmático ha dado lugar a una de las tasas de tabaquismo y una de las cargas de enfermedades relacionadas con el tabaco más bajas del mundo.

Los países desarrollados están logrando avances significativos hacia sus objetivos de ambientes libres de humo mediante estrategias innovadoras, como la amplia disponibilidad de productos de vapeo y bolsas de nicotina. Al permitir la venta legal y la regulación de estas alternativas, países como el Reino Unido, Suecia y Nueva Zelanda han experimentado una marcada disminución de las tasas de tabaquismo, reduciendo así la carga de enfermedades relacionadas con el tabaco. 

En contraste, muchos países en desarrollo del África subsahariana siguen luchando contra altas tasas de tabaquismo debido a políticas restrictivas, desinformación y falta de acceso a productos de nicotina menos dañinos. En lugar de aprovechar estas herramientas probadas para salvar vidas, algunos gobiernos mantienen enfoques anticuados de control del tabaco que no ofrecen a los fumadores una salida más segura, lo que perpetúa muertes evitables y sobrecarga los ya saturados sistemas de salud.

A medida que Estados Unidos reduce su financiación para programas globales de salud pública, las naciones africanas no tendrán más remedio que buscar fuentes alternativas de apoyo para sostener iniciativas críticas de salud. Históricamente, la ayuda estadounidense ha financiado significativamente las iniciativas de prevención, tratamiento y reducción de daños en todo el continente. 

Sin embargo, ante la reducción de presupuestos y el cambio de prioridades geopolíticas, ahora debemos explorar estrategias autosostenibles para abordar las preocupaciones sanitarias más acuciantes. Un área que se ha descuidado en gran medida es la cesación del tabaquismo. A pesar de la alta carga de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, muchos países africanos carecen de acceso a programas eficaces para dejar de fumar, lo que deja a millones de fumadores sin opciones viables para dejarlo.

La reducción de daños ofrece hoy una oportunidad gratuita para salvar vidas, al cambiar a los fumadores de los cigarrillos combustibles mortales a alternativas menos dañinas. A diferencia de los costosos métodos farmacéuticos para dejar de fumar, estas alternativas no requieren inversión pública y, sin embargo, han demostrado reducir significativamente los riesgos asociados al tabaquismo. Con las políticas adecuadas, África puede tomar las riendas de su futuro en materia de salud pública y avanzar hacia una generación sin humo sin depender de la ayuda exterior.

Descargo de responsabilidad: Las opiniones expresadas en los artículos de invitados publicados en el sitio web de la World Vapers' Alliance son responsabilidad exclusiva de sus autores y no representan necesariamente las opiniones ni la postura de la World Vapers' Alliance ni de sus afiliados. La publicación de contenido de terceros no implica que la WVA respalde las opiniones allí expresadas.