París, jueves 16 de febrero de 2023 – Cuando el Comité Nacional de Lucha contra el Tabagismo (CNCT) propuso interponer los aromas de cigarrillos electrónicos, se estima que esto podría encender los vaporizadores para reprender el cigarrillo.
Después de que llegó al mercado francés durante una quincena de años, el cigarrillo electrónico se retrouve en una especie de entre dos no elle a du mal à sortir. Para ciertos, el cigarrillo electrónico n'est qu'un sucedáneo de cigarrillo, que vise à contourner les lois sur le tabac et à pousser de plus en plus de monde vers le tabagisme et doit donc être combattue como un verdadero peligro para la salud pública. Por otra parte, al contrario, el cigarrillo electrónico constituye un sustituto nicotinique eficaz y el faudrait donc, como es el caso en Royaume-Uni, incitar les fumeurs à se tourner vers el e-cigarette, menos nocivo que el cigarrillo clásico.
François Braun favorable a la prohibición de aromas de cigarrillos electrónicos
Un debate sin fin entre pro y anti cigarrillo electrónico que a rebondi esta semana a la suite de una recomendación del Comité Nacional de Lucha contra el Tabagismo (CNCT). Dans le sillage de la publicación ce lundi d'une étude sur la consommation de cigarrillos electrónicos, que demuestra que la prohibición de la publicidad para este género de producto es muy respetado, el comité préconise d'interdire les nombreux arômes de cigarrillos electrónicos disponibles (menthe, fraise, banane...), à l'exception du gout tabac. El CNCT estima en efecto que estos aromas frutales, que son el objeto de publicidad déguisés sur les réseaux sociaux, visent à inciter les plus jeunes à start le vapotage, notamment en consommant des « puffs », estos cigarrillos electrónicos de uso exclusivo aux couleurs bariolés et aux gouts sucrés qui font un tabac chez les jeunes.
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