Antonella Marty
Los gobiernos a lo largo del mundo continúan declarando guerras sin fundamentos, ilógicas y que terminan causando graves daños a los individuos a lo largo de la sociedad. Las drogas, la marihuana, la nicotina, sujeto que no encajan con la moral perfecta que muchos gobiernos han buscado imponer durante larga data.
Este detalle trae a colación el informe publicado recientemente por el Consumer Choice Center y la World Vapers Alliance, donde hacen énfasis en la famosa guerra contra la nicotina, señalando que hay razones empíricas para acabar con dicha guerra.
Como todas las guerras contra todo tipo de drogas, sustancias o cualquier sujeto visto como “inmoral”, esta guerra contra la nicotina ignora la evidencia científica.
Cabe remarcar que esto no es una apología de las drogas, de la nicotina, o de lo que fuera. Es, simplemente, como lo señaló Thomas Szasz, “el derecho a consumir”.
En dicho informe titulado “War on Nicotine”, se señalan seis razones por las cuales la guerra contra la nicotina debe terminar:
- La gente consume nicotina, pero fallece por fumar tabaco
- La nicotina en parches y chicles no es un problema – tampoco debería serlo en una bolsa o un vaper
- La adicción es compleja y no se resolverá combatiendo la nicotina
- La nicotina tiene beneficios terapéuticos científicamente probados.
- La concepción errónea de la nicotina obstaculiza el progreso
- La prohibición nunca funciona
A raíz de esto, nos encontramos a cientos de activistas y “expertos” señalando y acusando, una vez más sin fundamentos, al vapeo o a las sustancias, insistiendo y creyendo que con más prohibiciones, regulaciones y complejidades burocráticas solucionarán problemas: este típico comportamiento deja expuesta la “fatal arrogancia” de muchos políticos o hacedores de política pública.
Gracias a la innovación, el consumo de nicotina puede por fin desvincularse de los efectos peligrosos del tabaquismo y, por tanto, ayudar a millones de fumadores a mejorar su salud. Sin embargo, la nicotina es demonizada injustificadamente. Esto debe terminar. Lo mismo acontece con el vapeo, objeto de constantes ataques desde cualquier tipo de frente, y vinculado siempre a que “como puede contener nicotina” entonces hay que prohibirlo: entonces, ¿por qué los chicles y parches, que por cierto contienen nicotina, no? El punto está en que no hay que prohibir nada, hay que permitir y respetar la plena libertad del consumidor y del que quiere buscar métodos alternativos como el vapeo para dejar de fumar.
Reducir el número de fumadores y permitirles cambiar de forma rápida y eficaz a una alternativa menos perjudicial debería ser una de las principales prioridades de los gobiernos y los organismos de salud pública de todo el mundo. Por este motivo, nos tocará seguir insistiendo en acabar con las incongruentes prohibiciones al vapeo y a cualquier otra alternativa que ayude a la gente. Menos prohibiciones, más soluciones.
Antonella Marty es una autora libertaria, conferencista internacional, politóloga e internacionalista Argentina.
Descrita como una de las más grandes voces del liberalismo iberoamericano, ha realizado giras de conferencias por el mundo a favor de la libertad. Reconocida por sus debates con socialistas de toda América Latina, Marty es además autora de La Dictadura Intelectual Populista (2015), Lo que todo revolucionario del siglo XXI tiene que saber (2018), Capitalismo: Un antídoto contra la pobreza (2019) y El manual liberal (2021). Es conductora del podcast Hablemos Libertad.
Antonella es Directora Asociada del Center for Latin America de Atlas Network (EEUU) y Directora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Fundación Libertad (Argentina). Marty es además Senior Fellow de la Fundación Internacional para la Libertad (FIL) de Madrid, España, presidida por el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa y Latam Policy Fellow del Centrum spotřebitelské volby.