Si bien Suecia ya ha alcanzado el tan ansiado objetivo de un mundo libre de humo, ha dado otro paso progresivo hacia la reducción de los daños causados por el tabaco combustible, al disminuir el impuesto sobre el snus.

Un informe publicado a principios de este año destacaba que, aproximadamente en estas fechas, la tasa de tabaquismo en Suecia descendería por debajo del 51% (por cada 100.000 habitantes) y detallaba el enfoque que condujo a este éxito. Titulado:“Liderando el camino hacia una Europa libre de humo: La experiencia de Suecia,”El artículo destacaba el enfoque holístico y progresista de las naciones.

Suecia ha implementado el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco, así como la legislación y las recomendaciones de la UE, con los más altos estándares y un fuerte enfoque en la prevención. Sin embargo, además, Suecia también ha hecho gran hincapié en la incorporación de Estrategias de reducción de daños del tabaco (RDT) que respaldan el uso de nuevos productos de nicotina, concretamente el snus. Anders Milton, uno de los autores del informe, destacó que si otros países de la UE copiaran la estrategia de Suecia, la situación en Europa sería muy diferente.

Presiones para imponer duras restricciones al snus

Lamentablemente, estos datos han caído en saco roto. Ignorando el informe, en julio pasado la Agencia Sueca de Salud Pública, Folkhälsomyndigheten, había llamado para una regulación más estricta de los productos de nicotina como el snus y los vapeadores, precisamente los productos a los que se les atribuye la impresionante disminución de las tasas de tabaquismo.

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