Fumar aún se considera muy perjudicial y peligroso para la salud, y muchas organizaciones, profesionales sanitarios y gobiernos siguen concienciando sobre sus peligros. Sin embargo, es posible que el mensaje sobre los efectos negativos del tabaco no tenga la misma presencia en los medios de comunicación ni en el debate público que antes.
Una posible razón es que, con el paso de los años, se ha producido una disminución significativa en el número de fumadores. Se afirma que esta disminución se debe a las campañas educativas generalizadas, las regulaciones más estrictas sobre los productos de tabaco y una mayor concienciación pública sobre los efectos negativos del tabaquismo en la salud. Sin embargo, dado que el vapeo está alejando a muchos adultos exfumadores del tabaco convencional, cabe preguntarse si existe un contexto más amplio que se está pasando por alto.
El tabaquismo sigue siendo una de las principales causas de muerte prevenible en todo el mundo, y se estima que provoca la muerte de millones de personas cada año. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo de tabaco causa más de 8 millones de muertes anuales a nivel mundial. De estas, más de 7 millones se deben al consumo directo de tabaco y alrededor de 1,2 millones a la exposición al humo de segunda mano.
El consumo de tabaco es un importante factor de riesgo para una serie de problemas de salud, incluidos el cáncer, las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y otras enfermedades respiratorias.
Sin embargo, la mayoría de las campañas antitabaco dedican su tiempo a atacar el vapeo, una alternativa mucho más segura que fumar, en lugar de centrarse en el problema más acuciante: el tabaquismo.
Por ejemplo, la Campaña para Niños Libres de Tabaco ha emitido 10 comunicados de prensa en lo que va de 2023, pero ninguno se centra exclusivamente en el tabaco combustible; la mayoría se enfocan en la prohibición de sabores y en una mayor restricción de alternativas más seguras. Cualquier defensor de la reducción de daños del tabaco le dirá que nadie quiere que los jóvenes consuman estos productos. Sin embargo, esta guerra contra las alternativas más seguras perjudica a los adultos que las usan y dependen de ellas. La eliminación de estas alternativas deja a muchos adultos con solo dos opciones: el mercado negro o volver a los cigarrillos convencionales. Aun así, este punto parece no tenerse en cuenta.
Esta semana Los CDC informaron que el tabaquismo se encuentra en su nivel más bajo de la historia.. ¡Algo que celebrar! Lástima que este prometedor titular fuera seguido por “aumenta el uso de cigarrillos electrónicos“, otro motivo de celebración, cabría esperar. El titular debería haber sido “Gracias a los cigarrillos electrónicos, el tabaquismo está en su nivel más bajo”. Pero no hubo suerte.
Los riesgos del tabaquismo para la salud son bien conocidos, pero la gente sigue fumando. Según el Centro de Investigación del Cáncer del Reino Unido, los cigarrillos liberan más de 5000 sustancias químicas al quemarse; muchas de ellas son tóxicas y al menos 70 causan cáncer. Algunas de estas sustancias son:
1,3-Butadieno se utiliza en la fabricación de caucho
Arsénico es un veneno
Benceno Es un disolvente industrial, refinado a partir del petróleo crudo.
Berilio se utiliza en reactores nucleares
Cadmio se utiliza en baterías
Cromo Se utiliza para fabricar tintes, pinturas y aleaciones.
Formaldehído Se utiliza como conservante en laboratorios científicos y morgues.
Polonio-21 es un elemento altamente radiactivo
hidrocarburos aromáticos policíclicos son un grupo de sustancias químicas peligrosas que dañan el ADN, incluido el benzo(a)pireno.
Por otro lado, los líquidos para cigarrillos electrónicos se componen de 4 ingredientes principales: propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes alimentarios y nicotina. Un excelente recurso para aprender sobre estos ingredientes en detalle se puede encontrar en el Publicación sobre vapeo
Cabría pensar que, al existir líquidos para cigarrillos electrónicos que no contienen ninguna de estas sustancias químicas peligrosas, serían celebrados por las autoridades sanitarias de todo el mundo, ya que han ayudado a tantos adultos fumadores a dejar el hábito. Lamentablemente, la realidad es muy distinta.
A menos que la salud pública empiece a decir la verdad sobre el vapeo, parece que esta dura batalla continuará.
Te hace preguntarte cuán bajas son las tasas de tabaquismo. podría ser Si esto se promocionara entre adultos fumadores.
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