En 2020, México implementó un prohibición de la venta de productos de vapeo, Esto supone un cambio significativo en la postura del país respecto al vapeo. Reflejando el sentir general difundido por los medios de comunicación internacionales, la medida se adoptó en un contexto de creciente preocupación por los riesgos para la salud asociados al vapeo, especialmente entre los jóvenes.
Naturalmente, la prohibición tenía como objetivo abordar las posibles consecuencias a largo plazo de la adicción a la nicotina; sin embargo, generó reacciones encontradas. Mientras que algunos apoyaron los esfuerzos del gobierno por proteger la salud pública y prevenir el vapeo en menores de edad, otros criticaron la medida, argumentando que acceso limitado para fumadores adultos a una alternativa potencialmente menos dañina que los cigarrillos tradicionales. Además, existía preocupación por el impacto de la prohibición en la industria del vapeo, incluyendo a minoristas y fabricantes.
En general, la prohibición del vapeo en México desató debates El informe abordó la regulación de los productos de tabaco y nicotina, destacando la complejidad que implica equilibrar las preocupaciones de salud pública con las libertades individuales y los intereses económicos. Asimismo, subrayó la necesidad de políticas basadas en la evidencia y enfoques integrales para abordar el consumo de tabaco y nicotina en el país.
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