9 de agosto de 2025 – A tan solo 100 días de la próxima conferencia mundial de la OMS sobre el control del tabaco, la Alianza Mundial de Vapeadores advierte que la COP11 se encamina a convertirse en otro desastre para la salud pública. En lugar de impulsar el progreso, la OMS y la Secretaría del CMCT continúan su cruzada ideológica contra la reducción de daños, ignorando la ciencia, silenciando a los consumidores y cediendo a la influencia de los multimillonarios.
A Hoy se publica un nuevo periódico de Virginia Occidental. Este informe revela cómo países como Suecia, el Reino Unido, Nueva Zelanda y Japón lideran la reducción del tabaquismo a nivel mundial al ofrecer alternativas menos dañinas como el vapeo, las bolsitas de nicotina y los productos de tabaco calentado. Estas estrategias están dando resultados tangibles: el tabaquismo en Suecia ha descendido a menos del 61% por persona al año, y las políticas basadas en evidencia del Reino Unido han logrado que las tasas de tabaquismo alcancen su nivel más bajo de la historia. Mientras tanto, Japón redujo a la mitad las ventas de cigarrillos en tan solo ocho años al permitir alternativas tecnológicas.
Michael Landl, director de la Alianza Mundial de Vapeadores, dijo:
"El dinero de Bloomberg puede comprar silencio en algunos círculos, pero la ciencia no puede ser enterrada para siempre. A 100 días del plazo, los países deben intensificar sus esfuerzos y resistir esta agenda elitista y anticompetitiva. La reducción de daños no es controvertida, salva vidas.”
Pero a la OMS no le interesa. En lugar de aprender de los éxitos, insiste en promover exclusivamente la abstinencia, impulsada por grupos de presión privados contra el vapeo y la influencia política de financiadores multimillonarios como Michael Bloomberg. Estas negociaciones a puerta cerrada han silenciado las voces de quienes han logrado dejar de fumar mediante la reducción de daños y han impedido que los países en desarrollo definan sus propias políticas.
La WVA insta a las delegaciones nacionales a que se pronuncien en la COP11, cuestionen la postura anticientífica de la OMS y exijan transparencia e inclusión. Los fumadores del mundo merecen opciones, no ideología.