En los últimos años, el tema de la reducción de daños y el vapeo se ha visto rodeado de una hostilidad injustificada. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y su Director General, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, han vuelto a adoptar una postura en contra del vapeo en su último comunicado.“Informe sobre la epidemia mundial de tabaquismo, 2023.Lamentablemente, este enfoque es erróneo y, en última instancia, perjudicial para el objetivo de mejorar la salud pública en todo el mundo.

Seamos claros: el objetivo principal debería ser reducir las tasas de tabaquismo y frenar los efectos devastadores del consumo de tabaco. Sin embargo, la OMS sigue desviando sus esfuerzos hacia el ataque al vapeo, una de las herramientas más eficaces para dejar de fumar.

En respuesta al reciente informe de la OMS, resulta evidente que su enfoque está plagado de alarmismo sesgado contra el vapeo y afirmaciones infundadas. La obsesión negativa de la OMS con el vapeo ignora que los países con un enfoque abierto y favorable al consumidor respecto a los productos de reducción de daños han logrado resultados más prometedores en la reducción de las tasas de tabaquismo.

Analicemos algunos argumentos clave que explican por qué esta hostilidad contra la reducción de daños y el vapeo perjudica en última instancia la salud pública:

1. Reducción de daños basada en la evidencia: 

El vapeo ha demostrado reiteradamente su potencial como herramienta eficaz para la reducción de daños. Las investigaciones indican que vapear es aproximadamente un 95 % menos dañino que fumar, lo que lo convierte en una alternativa más segura para los fumadores que desean dejar el hábito. La OMS desaprovecha una oportunidad crucial para mejorar la salud pública al desestimar la evidencia a favor de la reducción de daños.

     2. Concepto erróneo sobre el efecto puerta de entrada: 

El informe de la OMS perpetúa la idea infundada de que el vapeo tiene un efecto de puerta de entrada al tabaquismo, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, numerosos estudios han desmentido esta afirmación. Factores como la ansiedad, los hábitos de tabaquismo de los padres, la actitud de los compañeros y los ingresos familiares influyen mucho más en el comportamiento. Ignorar la complejidad de estos factores y difundir información errónea perjudica a la sociedad.

      3. Sabores y vapeadores adultos: 

Los sabores son un aspecto esencial del vapeo para adultos, ya que desempeñan un papel importante en la transición de los fumadores al vapeo. La postura de la OMS contra los sabores ignora las preferencias y experiencias de millones de vapeadores. Negar a los adultos una variedad de sabores dificulta sus esfuerzos por dejar de fumar y mantener un hábito menos dañino.

     4. Casos de éxito comparativos: 

Países como Suecia y el Reino Unido, con políticas progresistas de reducción de daños que incluyen el vapeo, han logrado reducir las tasas de tabaquismo. Sus resultados positivos contrastan marcadamente con los de los países que siguen el enfoque restrictivo de la OMS. Adoptar medidas de reducción de daños basadas en la evidencia puede fomentar una reducción aún mayor de las tasas de tabaquismo a nivel mundial.

     5. Centrarse en los problemas reales: 

La OMS debería abordar problemas reales, como el cumplimiento de las restricciones de edad para impedir que los menores accedan a los productos de vapeo y la mejora de las medidas de control del tabaco. Insistir en el vapeo desvía la atención del objetivo principal: reducir las tasas de tabaquismo y abordar los desafíos críticos de salud pública.

La hostilidad de la OMS hacia el vapeo socava la oportunidad de aprovechar las estrategias de reducción de daños para lograr mejores resultados en salud pública. Si bien coincidimos en que proteger a los menores del tabaco y los productos de vapeo es vital, es igualmente esencial reconocer los beneficios potenciales del vapeo para los fumadores adultos que buscan dejar de fumar. El vapeo es una herramienta poderosa que ha ayudado a millones de fumadores a dejar los cigarrillos convencionales y pasarse al vapeo. La OMS no apoya la transición de los fumadores hacia un estilo de vida más saludable al desestimar su potencial.

La realidad es que la reducción de daños, basada en evidencia científica y respaldada por la opinión de los consumidores, debería desempeñar un papel fundamental en la reducción de las tasas de tabaquismo y la mejora de la salud pública. Un enfoque integral que combine medidas de reducción de daños del tabaco, regulaciones estrictas para prevenir el acceso de los jóvenes al tabaco y un sólido apoyo a los fumadores para que dejen de fumar puede generar avances tangibles.

Es hora de que la OMS y las instituciones sanitarias mundiales dejen de lado la hostilidad injustificada y adopten la reducción de daños como un enfoque viable y práctico para abordar la epidemia del tabaquismo.