Nueva investigación demuestra que una mejor regulación de los cigarrillos electrónicos podría salvar las vidas de casi 200 millones de personas en 61 países. 

Un estudio publicado hoy por la Alianza Mundial de Vapeadores, junto con su socio, el Consumer Choice Center, analizó 61 países y su regulación de los cigarrillos electrónicos. El estudio concluye que, con un marco regulatorio que facilite y fomente el uso de cigarrillos electrónicos como método para dejar de fumar, 196 millones de fumadores actuales en esos países podrían cambiarse al vapeo, una alternativa menos dañina.

Al comentar sobre la investigación, Michael Landl, director de la Alianza Mundial de Vapeadores, dijo:

“Si bien los beneficios del vapeo como alternativa al tabaco se conocen desde hace tiempo, la investigación actual demuestra la magnitud de su potencial: casi 200 millones de vidas salvadas. Si algo nos ha demostrado la COVID-19, es que nuestra salud es primordial y que los organismos reguladores que quieren que la gente deje de fumar deben guiarse por la ciencia y garantizar que la ideología quede relegada al pragmatismo.”

La Alianza Mundial de Vapeadores y el Centro de Elección del Consumidor analizaron 61 países y compararon la tasa actual de vapeadores diarios y ocasionales. Las políticas progresistas de reducción de daños del tabaco del Reino Unido se utilizan como punto de referencia. Sobre esta base, se calculó cuántos fumadores actuales podrían beneficiarse de una transición al vapeo con un marco normativo más permisivo en cada país.

Fred Roeder, director general del Consumer Choice Center, comentó sobre el informe:

“Unas normas inteligentes sobre la publicidad de cigarrillos electrónicos dirigida a fumadores, la exhibición de cigarrillos electrónicos en el punto de venta, unos tipos impositivos más bajos para los cigarrillos electrónicos y el respaldo de los organismos de salud pública a la evidencia de que vapear es al menos un 95% menos dañino que fumar tradicionalmente… todo lo que el Reino Unido ha hecho bien puede ayudar a salvar las vidas de miles de fumadores al ayudarles a cambiarse al vapeo”.”

En el Reino Unido, Salud Pública de Inglaterra, una agencia del Ministerio de Salud, recomienda activamente a los fumadores que se cambien a los cigarrillos electrónicos y, en consecuencia, se han introducido marcos muy progresistas para el vapeo. Gracias a estas políticas, el Reino Unido obtiene mejores resultados en la reducción del tabaquismo en comparación con países con políticas más restrictivas. En el Reino Unido, aproximadamente 25% menos de personas fuman hoy en día en comparación con 2013, cuando el vapeo se popularizó, mientras que, por ejemplo, Australia, uno de los países con las regulaciones más estrictas sobre el vapeo, registró una disminución de tan solo 8% en el mismo período. Francia, Canadá y Nueva Zelanda siguieron un enfoque más similar al del Reino Unido y están obteniendo resultados positivos.

“Por lo tanto, los políticos también deberían repensar el enfoque actual hacia el vapeo y verlo también como una oportunidad para mejorar la salud pública”, concluyó Michael Landl.  

Para respaldar la investigación, la Alianza Mundial de Vapeadores y el Centro de Elección del Consumidor lanzaron un mapa interactivo que muestra cuántos fumadores podrían cambiar al vapeo con un régimen regulatorio más progresista. El mapa interactivo y el conjunto completo de datos se pueden encontrar aquí: https://wvaold.wpengine.com/from-smoking-to-vaping/