A finales de mayo, la Alianza Mundial de Vapeadores (WVA) visitó Buenos Aires con el objetivo de promover una regulación moderna y basada en la evidencia del vapeo en Argentina. La organización de usuarios denunció el fracaso de la prohibición del vapeo en Argentina y exigió al gobierno que la sustituyera por una estrategia eficaz de reducción de daños del tabaco.
La Alianza Mundial de Vapeadores informó a Planet of the Vapes que a casi 15 años de prohibir la venta, importación y publicidad de productos de vapeo, Argentina enfrenta una realidad insostenible: el consumo sigue aumentando gracias a la existencia de un enorme mercado informal y millones de usuarios acceden a productos sin garantías de calidad ni seguridad.
En 2011, Argentina declaró los vapeadores como un producto de tabaco y Prohibida toda publicidad y venta – pero mantuvo la venta de productos de tabaco. Los productos de tabaco calentados también están prohibidos, pero curiosamente el snus y otras bolsitas de nicotina no.
Los productos tradicionales de reemplazo de nicotina, como aerosoles, chicles y parches, están permitidos y controlan un mercado valorado en casi 250 millones de libras.
El mercado del tabaco en Argentina atiende a 7,9 millones de fumadores argentinos, lo que representa un impactante 23,1% de la población, de los cuales 5,2 millones afirman ser fumadores diarios.
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