La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta la asombrosa cifra de ocho millones de muertes anuales causadas por el tabaquismo. Siguiendo el ejemplo de la OMS, la UE ha establecido como una de sus prioridades la lucha contra el tabaquismo y las enfermedades inducidas por él. Sin embargo, a pesar de su postura contra los cigarrillos, las acciones de la UE suscitan serias preocupaciones. Un enfoque distante hacia la reducción de daños y la incapacidad de reconocer fallas flagrantes marcan la postura actual de la institución respecto al tabaquismo.
En los últimos años, la UE ha intentado combatir el tabaco mediante el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, luego con intentos de revisar la DPT y regulando los impuestos al tabaco mediante la Directiva sobre Impuestos Especiales, que finalmente no ha visto la luz. Sin embargo, la UE parece seguir luchando por comprender al verdadero enemigo.
A medida que la UE adopta su postura para la 10.ª Conferencia de las Partes (COP10) del CMCT de la OMS, que se celebrará en Panamá este noviembre, la reducción de daños se ve aún más comprometida. Tras la lucha de la OMS contra el tabaco, la UE acoge con satisfacción una regulación aún más estricta de los cigarrillos electrónicos y productos de apoyo como los aromas y los productos desechables. Esto plantea una pregunta:, Si la UE está decidida a luchar contra el tabaquismo, ¿por qué eliminar la reducción de daños?
El CMCT es la piedra angular del control mundial del tabaco. Adoptado en 2003 y en vigor desde 2005, este tratado busca ofrecer una respuesta colectiva a la epidemia del tabaquismo, con el objetivo de reducir tanto la demanda como la oferta de productos de tabaco y nicotina. Con lo anterior en mente, ¿qué ofrece la COP10? Un vistazo preocupante a los recientes... Informes de TobReg Revela recomendaciones que podrían perjudicar gravemente los esfuerzos globales para dejar de fumar. Desde equiparar los productos de nicotina más seguros con los cigarrillos tradicionales hasta prohibir los sabores para vapear y aumentar los impuestos sobre las alternativas al tabaco, las medidas propuestas parecen, en el mejor de los casos, contradictorias.
La adopción de tales medidas sin duda frenará, si no revertirá, los avances logrados por las naciones que han sido progresistas en su enfoque de las alternativas a la nicotina. Por ejemplo, los sabores en los productos de vapeo aumentan la probabilidad de dejar de fumar en un 10%. notable 230%. Restringir o prohibir estas prácticas sin duda empujará a las personas de vuelta al tabaco convencional o al peligroso mercado negro. En el caso de los esfuerzos de la UE para reducir el tabaquismo, la UE no podría mirar más allá de su propia Suecia, que no solo está en camino de convertirse en... el primer país libre de humo del mundo Gracias a su innegable apoyo al vapeo, al snus y, más recientemente, a las bolsitas de nicotina, Suecia también sigue impulsando su lucha contra el tabaquismo aumentando los impuestos a los cigarrillos y reduciendo los impuestos al snus para 20%.
De hecho, Suecia éxito Se puede explicar en dos palabras: reducción de daños. Suecia adoptó un enfoque progresista para reducir el tabaquismo mediante la incorporación de estrategias de reducción de daños, como el apoyo a productos que liberan nicotina, como el vapeo o las bolsitas de nicotina, y la aplicación de criterios de riesgo. impuestos en productos como el snus.
Lamentablemente, la UE, y en este sentido la OMS, parecen desestimar este logro, quizás debido a los métodos poco convencionales que empleó Suecia. En lugar de las medidas restrictivas que propugna la OMS, Suecia adoptó regulaciones basadas en el riesgo, favorables para el consumidor, en lugar de prohibiciones. En un contraste desconcertante, la OMS elogia Turkmenistán —a pesar de su notoria reputación como una de las dictaduras más opresivas del mundo— ostentar una posición de liderazgo en el control y la prevención del tabaco. Esta paradoja no solo es alarmante; roza lo inhumano y lo condescendiente. Cabría esperar una protesta abierta contra posturas tan contradictorias por parte de otros Estados miembros de la OMS y de los medios de comunicación. ¿Pero la respuesta? Un silencio inquietante. Es preocupante que la comunidad internacional parezca imperturbable ante los evidentes errores de la OMS, especialmente cuando la organización ignora los triunfos de naciones con visión de futuro como Suecia.
Ya es hora de que la UE siga el ejemplo de su propia historia de éxito en Suecia. Suecia nos demostró que, para combatir el tabaquismo, no es necesario regular en exceso, sino con mayor inteligencia. Cuando se conoció el espectacular éxito sueco, la UE podría haber asumido su liderazgo y colaborado con los Estados miembros para desarrollar enfoques inteligentes basados en el riesgo para cada país. ¿En lugar de eso? La Comisión se unirá a la Conferencia de las Partes sin innovación, liderazgo ni éxito.
Persistir en una guerra contra las alternativas más seguras a la nicotina no solo es perjudicial, sino también fatal. La reducción de daños no es un simple lema; es una estrategia que salva vidas y merece el respaldo mundial. Lo que está en juego nunca ha sido tan importante; la vida de millones de personas pende de un hilo.
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