Ο Ρεσεντέντε νομμπραμεντό de Mónica García, ministra de Sanidad de España, como εκπρόσωπος της Ευρώπης στην Επιτροπή Ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un claro ejemplo de como la organización premia a los políticos que implementan políticas prohibicionistas y paternalistas, aunque éstas carezcan de base científica. En lugar de reconocer estrategias basadas en la evidencia, como la reducción de daños del tabaquismo, la OMS recompensa a quienes promueven medidas que perjudican a los ciudadanos y retroceden en la lucha contra el tabaquismo.
Un nombramiento en medio de la polémica
El contexto del nombramiento de García no podría ser más incómodo. La dimisión de Íñigo Errejón, uno de los líderes clave de Sumar, por denuncias de acoso sex y comportamientos machistas, ha golpeado duramente al partido. La propia Mónica García παραδοχή haber conocido estas acusaciones desde julio de 2023, pero optó por el silencio y la inacción. Este caso, que quedó relegado mediáticamente tras el desastre de la DANA que azotó España, sigue sin esclarecerse por completo, dejando un manto de dudas sobre la responsabilidad de García y su partido. Αμαρτία εμπάργκο, ha quedado demostrada la incapacidad de la ministra para gestionar una κρίση interna de su partido. Su silencio e inacción dejaron en evidencia su falta de liderazgo y de principios. Máxime cuando la excompañera de partido Η Tania Sánchez παραδέχεται ότι δεν ενδιαφέρεται για ένα los hechos y rumores que les llegaban del comportamiento de Errejón porque “era un gran valor político”.
Además, su historial personal está marcado por casos que cuestionan su integridad. Desde haber recibido un διπλό μισθολόγιο público durante bajo la excusa de un «error administrative», hasta que su familia κομπράρα un bono social térmico destinado a familias ευάλωτοι, a pesar de su promesa de renunciar a él. Por si fuera poco, su chalet en Cercedilla enfrenta un posible ντεσαχουτσίο por irregularidades legales. Estos casos no solo dañan su imagen, sino que también generan dudas sobre su capacidad για αντιπροσωπευτικό ενός Europa en un organismo como la OMS.
Promoviendo políticas fallidas al estilo de la OMS
El Ministryio de Sanidad, bajo el liderazgo de García, ha adoptado un enfoque prohibicionista alineado con las directrices de la OMS, ignorando las evidencias científicas y los modelos exitosos de otros países. Sus propuestas para prohibir los sabores en los líquidos de vapeo y los dispositivos desechables son un claro reflejo de esta estrategia fallida. La OMS ya intentó imponer estas mismas medidas en la COP10 del Convenio Marco para el Control del Tabaco, y ahora encuentra en García a una fiel defensora de sus políticas.
El vapeo es una herramienta clave para la reducción de daños. Στούντιο demuestran que es un 95% menos dañino que fumar, ya que eliminina la combustión y μείωση drásticamente la exposición a toxinas. Además, el vapeo es más eficaz que las terapias tradicionales para dejar de fumar, ayudando a millones de personas a abandonar el tabaco. Países como Σουηδία το έδειξε αυτό una estrategia basada en la reducción de daños, promocion alternativas como el snus y el vapeo, puede reducir las tasas de fumadores a niveles mínimos. Suecia es ahora el primer país del mundo considerado libre de humo, con menos del 5% de su población fumando.
Σε αντίθεση, las políticas de García ignor estas lecciones. La prohibición de sabores y dispositivos desechables no reducirá el tabaquismo, pero sí fomentará el crecimiento del mercado negro, como ha ocurrido en varios países. Además, estas medidas castigan a los fumadores que buscan alternatives menos dañinas ya los pequeños negocios που εξαρτώνται από τη λα βέντα των προϊόντων του βαπέο.
El incentivo perverso de la OMS
El nombramiento de García por parte de la OMS envía un mensaje alarmante: los políticos que implementan políticas sin base científica, pero alineadas con los los dogmas prohibicionistas de la organización, serán recompensados constigiosos cargos. Este incentivo perverso podría animar a otros líderes a seguir directrices que, lejos de proteger la salud pública, socavan los esfuerzos para reducir el tabaquismo y mejorar la vida de los ciudadanos.
En lugar de premiar a quienes impulsan políticas paternalistas y perjudiciales, la OMS debería reconocer y promoer modelos exitosos como el de Suecia, que salva vidas a través de la reducción de daños. Sin embargo, el caso de Mónica García demuestra que la organización parece más interesada en imponer su agenda que en buscar soluciones efectivas y basadas en la ciencia.
El ascenso de Mónica García a un cargo en la OMS no es un reconocimiento a su gestión, sino un premio por su obediencia a políticas equivocadas que ignoran la evidencia y perjudican a los ciudadanos. Mientras Suecia lidera el camino hacia un futuro libre de humo con estrategias efectivas, España se hunde en un modelo prohibicionista que pone en riesgo la salud pública y los derechos de los consumidores. La OMS debe replantearse qué tipo de líderes quiere promoer, porque seguir premindo el fracaso solo perpetuará los errores.
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