¡Prohibir los sabores de los cigarrillos electrónicos perjudica a los adultos!

Una nueva investigación demuestra una vez más que los adultos prefieren diversos sabores a la restricción de los aromas de tabaco. El debate sobre la prohibición de los aromas para vapear lleva años abierto, con políticos y expertos en salud pública opinando en ambos bandos, especialmente en Estados Unidos, Europa y Canadá. Estos debates tienen importantes implicaciones para la reducción del daño del tabaco (RDT), ya que los vapeadores con sabores suelen ser los preferidos por quienes intentan dejar de fumar. 

Es hora de poner fin a estos debates y centrarnos en políticas basadas en la evidencia que protejan la salud pública y, al mismo tiempo, preserven los beneficios del THR. Los responsables políticos deberían considerar la investigación disponible sobre productos de vapeo con sabores y sus posibles beneficios y riesgos.

Un reciente estudiar Ha arrojado más luz sobre los patrones de uso de vapeo con sabores entre los vapeadores adultos en Estados Unidos. El estudio, que encuestó a 69.233 participantes, reveló que los sabores sin tabaco eran las opciones más populares entre los usuarios de vapeo. De hecho, solo el 2,11% de los participantes indicó que el tabaco era el sabor más usado. Los sabores más populares al iniciarse en el vapeo fueron frutas (82,81%), seguidos de postres/pasteles/panadería (68,61) y caramelos/chocolate/dulces (52,21).

Curiosamente, el estudio también reveló que estos sabores se consideraban los más útiles para dejar de fumar, siendo el de frutas el más frecuente al momento de dejar de fumar (83,3%). La prevalencia del consumo de sabores de tabaco fue baja y se redujo aún más con el tiempo, ya que solo el 7,7% de los participantes reportó su consumo en el momento de la encuesta.

Los autores del estudio sugieren que los reguladores deberían tener en cuenta las preferencias de sabor de los consumidores adultos, especialmente de quienes han dejado de fumar, al elaborar la legislación sobre vapeadores de sabores. Este estudio aporta más evidencia de que los adultos también tienen preferencias por los sabores, y que las opciones de sabor no deberían limitarse en la regulación de los vapeadores.

Los hallazgos son particularmente relevantes, ya que los vapeadores saborizados siguen siendo un tema controvertido a nivel mundial, y muchos reguladores planean o ya implementan restricciones debido a su atractivo para niños y menores de edad. Los hallazgos sugieren que los legisladores deben considerar las preferencias de los vapeadores adultos al decidir sobre las regulaciones de los sabores de los vapeadores.

La prohibición de los sabores en los vapeadores se ha convertido en una tendencia preocupante entre los legisladores debido a la preocupación por el uso de estos productos entre los jóvenes. Algunos políticos creen que prohibirlos ayudará a reducir las tasas de vapeo entre los jóvenes, mientras que olvidan y penalizan a los fumadores adultos y exfumadores, quienes usan los vapeadores para dejar de fumar cigarrillos más dañinos. Algunos políticos también argumentan que prohibir los vapeadores con sabores ayudará a prevenir la adicción a la nicotina en los no fumadores, especialmente en los jóvenes. Pero ¿qué dicen estos políticos sobre la posibilidad de que los usuarios vuelvan a fumar, que es más perjudicial para la salud?

Varios estudios Ya se ha confirmado que los sabores son una parte importante del atractivo del vapeo para los fumadores adultos y que hacen que los productos sean atractivos como alternativa a fumar, una práctica menos placentera. Estudios han demostrado que los adultos que usan vapeadores con sabores tienen más probabilidades de dejar de fumar que quienes usan vapeadores con sabor a tabaco. Hay una lógica simple detrás, ya que... estudiar Se descubrió que, al no recordarles a los vapeadores el sabor del tabaco, es más probable que los sabores alejen a las personas de los cigarrillos tradicionales.

En segundo lugar, la prohibición de los aromas afectará más a los consumidores que intentan dejar de fumar, lo cual contradice los objetivos de cualquier autoridad de salud pública. Una prohibición de los aromas afectaría de forma desproporcionada y negativa a los adultos que intentan dejar de fumar, lo que podría obligarlos a recurrir a los cigarrillos tradicionales o al mercado negro. De hecho, estudios han demostrado que las prohibiciones de sabores empujan a 5 de cada 10 vapeadores a volver a fumar o al mercado negro.

En tercer lugar, las prohibiciones de sabores podrían provocar la proliferación del mercado negro de vapeadores y productos de nicotina. Un mercado ilícito sin controles de calidad ni de edad sería mucho más arriesgado que un mercado regulado con estándares estrictos. No generan ingresos para el público consumidor de marihuana y desvían la inversión de las empresas locales. Y, por último, según un... estudiar, El 45% de los vapeadores encontraría una forma de conseguir su sabor prohibido en el mercado negro o volvería a fumar.

Por lo tanto, los responsables de las políticas deberían tener en cuenta las posibles consecuencias negativas de las prohibiciones de sabores y considerar medidas alternativas para proteger la salud pública y, al mismo tiempo, preservar los beneficios del vapeo.

 

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Vapear puede salvar 200 millones de vidas y los sabores juegan un papel clave para ayudar a los fumadores a dejar de fumar. Sin embargo, los legisladores quieren limitar o prohibir los sabores, poniendo en peligro nuestro esfuerzo por acabar con las muertes relacionadas con el tabaquismo.

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